viernes, 11 de marzo de 2011

Crítica: Beady Eye – Different Gear, Still Speeding

¿Qué debíamos esperarnos? ¿Serán Oasis sin Noel? ¿Merece la pena tanta expectación? Estas y otras muchas preguntas nos hicimos antes de escuchar el álbum debut de la nueva banda de Liam, el pequeño de los Gallagher, después de la extinción de Oasis. Este proyecto estuvo plagado de expectación desde el comienzo, aparte de la razón evidente de que era prácticamente la misma plantilla que Oasis pero con nombre distinto, el hecho de que ahora era Liam y no Noel el compositor principal llamaba bastante a la curiosidad. Si recordamos Liam compuso poco, por no decir casi nada, en la desaparecida agrupación.

El disco se nos presenta de aspecto atractivo con una portada que no te deja indiferente (personalmente me encanta). De inspiración retro y una composición de colores bastante elegante que sumándole el bizarrismo de la niña cabalgando al cocodrilo forma una imagen deliciosa.

Different Gear, Still Speeding -producido por Steve Lilywhite, que también ha trabajado con los Stones, Morrissey o U2 entre otros- ha llenado nuestras expectativas, no es ni más ni menos de lo que esperábamos. Han conseguido crear un buen disco de rock apoyándose en las obsesivas influencias “beatlelianas” de Liam que más de tirar de creatividad lo ha hecho de buenos vinilos. Se trata de un disco ameno, fácil de escuchar, que crece con las escuchas pero que no llega a la magnificencia que lograban estos músicos junto a Noel Gallagher.

Beady Eye con este primer LP denotan tremendas influencias sesenteras y setenteras, que por un lado pueden hacernos pensar que lo que escuchamos es algo demasiado trillado pero han conseguido darle un toque fresco y aunque no suenen totalmente originales se agradece que exista en activo una gran banda con estos tintes. Entre los artistas que se dejan ver en los temas del álbum encontramos a The Beatles, The Kinks, John Lennon o Rolling Stones. Desde luego no pueden evitar mostrar ecos de los noventa que están muy presentes en varios temas.

El disco comienza con la canción ‘Four Letter Word’ un tema claramente en la línea Oasis con mucha energía y con unos teclados y unos arreglos bastante bien hechos. Podríamos encajar perfectamente este tema en alguno de los últimos discos de la extinta banda. En esta línea encontramos también otras canciones como ‘Kill for a dream’ que es la balada de turno o ‘Standing on the edge of noise’ que de nuevo suena 100% Oasis.


La influencia de los Beatles y sobre todo de Lennon es absolutamente constante, Liam ha sacado en este trabajo ese espíritu de Beatle fallido dejándonos temas bastante dulzones como ‘For Anyone’ o ‘The Beat Goes On’. En el single oficial, ‘The Roller’ vemos como se acerca totalmente a el trabajo de J. Lennon en solitario llegando a encontrar mucha similitud con la canción ‘Instant Karma’. Se da la paradoja de que la canción de título ‘Beatles and Stones’ se aprecian más influencias de sus compatriotas de The Who, especialmente del mítico ‘My Generation’. Esto es clarísimo porque la línea de bajo y batería es prácticamente igual a la de la canción original.

Aunque en varios cortes intentan llevar a cabo himnos, ninguno de ellos termina de cuajar. Esto lo vemos sobre todo en el último tema ‘The Morning Son’ que tiene ciertos toques ‘Champagne Supernova’ y en la que, en mi opinión, abusan de reverberación en la voz. También se aprecia esta tendencia grandilocuente en el crescendo de ‘Wigwam’ con esos coros y el constante “I’m comin’ on”.

La primera canción que pudimos descubrir hace meses del “nuevo” conjunto fue ‘Bring the Light’, la cual al principio no me convencía demasiado, pero con el tiempo ha ido convirtiéndose en una de mis predilectas. Ese pianillo incesante al más puro estilo Jerry Lee Lewis acaba por engancharte y ponerte a bailar.

Por último solo quedan ‘Three Ring Circus’ y ‘Wind Up Dream’ que son composiciones de rock sixtie bastante animadas que son menos aprovechables y que sirven para completar el álbum.

He de confesar que a pesar de que antes he dicho que este álbum ha sido lo que me esperaba de Beady Eye en un principio me quedé un poco decepcionado, pero tras varias escuchas me ha ido convenciendo más y más. En conclusión, un buen disco de rock del que ya no se hace, tal vez superficial y no demasiado original, pero divertido y aprovechable. Liam ha demostrado que se las puede arreglar solo sin su hermano, aunque todos sabemos que esto sonaría mejor con ese acento y punto de brillantez que Noel solía darle a Oasis.

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